Las secadoras convencionales tardan unos 50 minutos en terminar la labor y consumen una cantidad enorme de energía térmica.
Según un estudio del Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC) de EE.UU., una secadora típica consume la misma cantidad de energía a lo largo de un año que la suma de lo que gasta un refrigerador, un lavaplatos y una lavadora en un hogar.
Pero ¿qué se puede hacer para reducir el gasto cuando no existe la posibilidad de secar la ropa al sol?
Un equipo de científicos de Laboratorio Nacional Oak Ridge, en Tennessee, EE.UU., en colaboración con el conglomerado estadounidense General Electric (GE), ha encontrado una solución revolucionaria.
Gracias a ondas acústicas de alta frecuencia la máquina es capaz de completar la tarea gastando un 70% menos de energía.
Secado agitado
La pared interna del tambor de la máquina creada por este grupo de científicos tiene pequeñas placas que convierten las señales eléctricas en vibraciones.
Son ondas de sonido cuya frecuencia es tan alta que pueden sacudir el agua de la ropaen forma de bruma helada.
El agua se desplaza después a la parte exterior del tambor, donde fluye hasta un tanque de recogida.
“Cuando vimos por primera vez la rapidez con la que esta tecnología permite mover pedazos de tela fue alucinante”, explicó Ayyoub Momen, el ingeniero a cargo del proyecto.
“Podíamos secar trozos de tela en tan sólo 14 segundos, en lugar de varios minutos”, afirmó el especialista.
La idea nació tras observar el funcionamiento de humidificadores ultrasónicos. “Pensé: ‘Esto puede generar mucha agua. Y el mismo fenómeno se puede aplicar al secado de ropa'”, aseguró Momen.
Según el Departamento de Energía de Estados Unidos -organismo impulsor del proyecto- este tipo de secadora es capaz de secar la misma cantidad de ropa que una convencional en tan sólo 20 minutos.
Y es de tres a cinco veces más eficaz que cualquier secadora que podemos encontrar en el mercado.
Sin pelusas
Una de las razones que impulsó la investigación es que la tecnología que se usa hasta ahora para secar la ropa -calentando el aire para evaporar el agua de la ropa- no ha cambiado en décadas.
“Las secadoras convencionales consumen mucha energía. La tecnología no ha sido actualizada y el proceso es muy ineficaz porque implica tener que evaporar el agua”, dijo Momen en un video distribuido en YouTube por su laboratorio.
“Hemos observado avances, como inyectar burbujas en lavadoras para lavar la ropa de manera más efectiva” le dijo a la BBC Jane Westgarth, analista en la empresa de estudios de mercado Mintel. Pero, hasta ahora, no se había hecho nada similar a la secadora ultrasónica.
Otra ventaja, además de la efectividad y el ahorro energético, es que la tecnología ultrasónica no genera pelusas, resultado de pequeñas fibras que se desprenden de los tejidos por los chorros de aire caliente.
Además, el calor puede decolorar la ropa con el tiempo.
La secadora ultrasónica evitaría estos problemas. Pero su salida al mercado dependerá del apoyo financiero que obtenga.
“Esta tecnología necesita un sector privado que invierta en ella”, dice Momen.
Momen y su equipo han recibido US$880.000 para el desarrollo de secadoras ultrasónicas en los últimos dos años y ahora están trabajando en un sistema de secado por presión.
“Estamos abriendo la vedapara hacer esta tecnología viable y llevarla al siguiente nivel”, explica Momen.
Si todo funciona según sus planes, las secadoras ultrasónicas estarán disponibles en las tiendas de electrodomésticos hacia el año 2020. Su precio estimado: unos US$500.
Las estadísticas gubernamentales de Estados Unidos indican que el 85% de los hogares de ese país cuenta con una secadora de ropa que supone el 4% del gasto total de energía doméstico.